La obesidad es una enfermedad muy común en niños entre los 8 a los 14 años. Es muy peligrosa, y aunque al principio muchos padres lo tomen como gracia, se debe mantener observado, ya que un niño obeso sin tratar, pasa a ser un adolescente obeso, y luego a un adulto obeso.
Para prevenir que esto suceda, se debe promever una buena alimentación, con alimentos ricos en proteinas y bajos en grasos. Asimismo educar al niño a tener un buen hábito alimenticio. Se debe evitar comer a horas fuera de la hora de comida, comer muy rápido y en muchas cantidades.
También es recomendable que se elimine la vida sedentaria, y que se controle la cantidad horas frente a la televisión o a consolas, y promover una los ejercicios, el juego, correr, una vida más activa.
Si en la familia hay personas obesas, los niños están más propensos a ser obesos, por lo que se recomienda que se mantenga en observación y ayudarlo con sus hábitos y costumbres.
